es ya una perversa tradición en colombia catalogar de parte
del poder, a los que se atreven a soliviantarse por sus derechos, como aliados
del terrorismo, o infiltrados por la subversión, tal como hace poco sucedió,
por ejemplo, con los corteros de caña del valle del cauca, o con la minga
indígena. o como pasó hace ochenta años, en ciénaga, magdalena, con los
trabajadores de la multinacional united fruit Company. los huelguistas fueron
declarados cuadrilla de malhechores.
colombia, país de masacres. la de las bananeras, borrada de
la historia oficial, sigue siendo un baldón. como tantas otras. es tiempo de
honrar a los trabajadores caídos y de recordar la epopeya de los obreros de las
plantaciones de ciénaga.
la united fruit company fue adquirida en 1969 por zapata
corporation, una empresa relacionada con george h. w. bush. desde ese momento
cambió su razón social como chiquita brands y hasta el día de hoy opera bajo
este nombre.
en el año 2007 chiquita brands enfrentó un juicio en estados
unidos por haber financiado grupos de "autodefensa paramilitar" en
colombia.
es importante reconocer que la literatura, en toda la
historia de la humanidad, ha sido un aliado importante para la memoria de los
pueblos, porque así sea recurriendo a la ficción, la literatura, por lo bello
que encierra toda narrativa, consigue que la gente recuerde lo que de otra
manera olvidaría facilmente. cien años de soledad es una elegía a los
trabajadores colombianos y sus luchas.
hagamos el ejercicio de revisar la prensa escrita de los
últimos sesenta años, para identificar otras luchas de los trabajadores
colombianos (como los ferroviarios, los trabajadores de los puertos, los
obreros de las petroleras, o los trabajadores de las bananeras de urabá), e
intentemos narrar esas historias en formas de ficción (como el cuento).
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